‘Bitácoras Coordinadas’, un repositorio de memoria y apoyo para colectivos de búsqueda de desaparecidos
La organización Tejer.Red desarrolló una herramienta para acercar a colectivos de búsqueda de personas desaparecidas en todo el país, mediante un repositorio web, para compartir hallazgos que han tenido en campo y tener un registro participativo del trabajo que han hecho las y los buscadores.
El proyecto de Bitácoras Coordinadas se enfoca en tres puntos clave: la generación de un catálogo nacional de indicios y descubrimientos que han tenido los colectivos de búsqueda; la identificación de las fosas clandestinas halladas en el país; y un espacio para compartir bitácoras de búsqueda en campo, donde los buscadores puedan registrar de forma segura información que pueda ser de utilidad para otros colectivos o buscadores independientes, tales como sitios peligrosos, áreas ya analizadas, entre otros datos.
“Bitácoras Coordinadas nace de la idea de compartir un catálogo nacional de indicios y de fosas documentadas por los colectivos de búsqueda, en primera instancia”, comparte Ángel Abundis, desarrollador del proyecto e integrante de Tejer.Red.
Un catálogo nacional de prendas e indicios localizados por colectivos
El proyecto de Bitácoras Coordinadas se enfoca en tres puntos clave: la generación de un catálogo nacional de indicios y descubrimientos que han tenido los colectivos de búsqueda; la identificación de las fosas clandestinas halladas en el país; y un espacio para compartir bitácoras de búsqueda en campo, donde los buscadores puedan registrar de forma segura información que pueda ser de utilidad para otros colectivos, tales como sitios peligrosos, áreas ya analizadas, entre otros datos.
La motivación del proyecto surgió a raíz de la publicación de los indicios de prendas que se localizaron el pasado abril en el Rancho Izaguirre, en Jalisco. En ese momento, Tejer.Red elaboró un catálogo con las prendas y características para que familiares pudieran acercarse a los indicios, e igualmente nació el proyecto Las Prendas Hablan –en colaboración con medios de comunicación, entre ellos Animal Político– para dar seguimiento a los posibles circuitos de desaparición en torno al rancho.
“Siguiendo esa inercia, se pensó en hacer este censo nacional que permitiera a los colectivos de búsqueda compartir sus propios hallazgos y generar una red descentralizada”, añadió Abundis.
¿Dónde están las fosas clandestinas en México?
Entre los objetivos de Bitácoras Coordinadas, señaló el desarrollador, está el identificar con mayor precisión cuántas inhumaciones clandestinas hay en el país y dónde están localizadas.
Aunque esto es una obligación del Gobierno mexicano, a través de la Fiscalía General de la República (FGR), han sido los colectivos y la sociedad civil quienes han elaborado diversos registros públicos, como la Plataforma Ciudadana de Fosas elaborada por las organizaciones Artículo 19, Data Cívica, Human Rights Data Analysis Group, y la Universidad Iberoamericana.
En ese sentido, Bitácoras Coordinadas también propone que los colectivos de buscadores compartan sus hallazgos de fosas clandestinas, incluyendo aquellas que aún no han sido reconocidas de forma oficial.
“Esta plataforma busca generar un registro alternativo, participativo y descentralizado que nos dé un acercamiento a ver cuántas fosas existen realmente, y qué es lo que se ha hallado en ellas, qué hay ahí, y que de manera práctica otras familias que los estén buscando pueda identificarlas”, detalló Abundis.
Compartir de forma segura las bitácoras de búsqueda en campo
Una tercera función de la plataforma es que los colectivos tengan un espacio seguro donde puedan compartir de forma voluntaria sus diarios de campo, con la finalidad de crear tanto un ejercicio de memoria y reconocimiento de la labor de los colectivos; como brindar conocimientos que puedan ser útiles para otros buscadores.
“Eso permitirá no solo reconocer las zonas de criba o las fosas encontradas, sino también el día a día, que es importantísimo para entender esta crisis y qué está sucediendo en nuestros territorios”, expuso el activista digital.
Para asegurar la seguridad de los colectivos y de la información que decidan compartir voluntariamente en la plataforma de Bitácoras Coordinadas, dijo Abundis, Tejer.Red diseñó una serie de candados.
En un primer momento, el colectivo puede decidir si la información que publique en la plataforma será visible para el público en general, privada o confidencial –sólo para ciertas personas con permiso–. Para ello, cada colectivo puede solicitar a la organización sumarse al proyecto y que tengan su propio sitio web, lo cual a su vez dará a cada agrupación la autonomía de elegir qué comparte y cómo lo hace.
“Si es algo muy confidencial, entonces solamente lo van a poder acceder ellos dentro de su plataforma y se puede bloquear con una clave, o simplemente hacerlo privado para que nadie lo pueda ver”, sumó Abundis.
En caso de que decidan hacer pública la información, podrán compartirla en la plataforma a través de una tercera persona autorizada por la organización y el colectivo, denominado “guardián de la información”, quien podrá hacer que los datos sean accesibles para todos, pero no podrá modificarlos.
“No solo es una herramienta que funciona en el presente, o para el futuro, sino también en rescatar toda esta información, hallazgos y lo que han documentado [los colectivos] y registrarlas, documentarlas y compartirlas”.