Se le debe dar de comer al que tiene hambre y sed de justicia: Vicario General
Tras resaltar que como Santo Tomás que se quería parecer al Señor, la humanidad también debe buscar eso y darle de comer al que tiene hambre pero no solamente hablando de comida, sino al que tiene hambre y sed de justicia para buscar caminos que ayuden a reconstruir o reencontrar la paz, pidió el Vicario General de la Diócesis de Mazatlán, Padre Jaime Aguilar Martínez.
Al oficiar la misa de las 9:00 horas de este segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, en este puerto, recordó el pasaje en el que cuando Jesús se apareció después de resucitado a sus discípulos, Tomás le pidió que para creer le enseñara las llagas de sus manos donde lo crucificaron, y el nombre de dicho discípulo significa alguien muy igualito que el otro o parecido.
“Y él quiere parecerse al Señor y ojalá nosotros también en nuestra impronta que tenemos de la vida de gracia por el bautismo podamos asemejarnos un poquito al Señor, ¿cómo podemos hacerlo?, y aquí viene lo fundamental y bonito de este pasaje, si ustedes se fijan el Señor mismo al encarnarse tomó nuestra debilidad humana, tomó todo el dolor, tomó toda la enfermedad y el pecado del hombre y por eso esos son los signos”, continuó el Padre Aguilar Martínez.
“Cuando le dice a Tomás que meta su mano en la llaga tiene la misma experiencia que nosotros podemos vivir de manera tan maravillosa y que ahí es donde nos encontramos con la misericordia su pudiéramos meter nosotros nuestras manos en las llagas de lo que nos dice el Evangelio de Mateo, por qué no meter nuestras manos por ejemplo en las llagas por ejemplo del que tiene hambre, por qué no le damos de comer, que no nada más significa el hambre material, sino otro tipo de hambre, por ejemplo el hambre y sed de justicia, que no se trata de vengarse sino se trata de encontrar caminos que ayuden a reconstruir aquello que el ser humano pudiera realizar para encontrar la paz como hoy el Señor lo ha hecho con sus discípulos que tres veces les dice la paz esté con ustedes”.
Ante decenas de feligreses añadió que el Señor le dijo a sus discípulos que todos los bienes sagrados que den plenitud estén con ellos y de los bienes más sagrados de la plenitud es la reconciliación y eso significa la experiencia de felicidad, del encuentro con el otro que es un hermano.
“Y entonces aquí podemos encontrarnos también con meter las manos en las llagas, por ejemplo, del sediento, las manos en las llagas, por ejemplo, del desnudo y de tantas otras realidades, hoy tenemos que meternos en las llagas de aquella experiencia tan tremenda, dramática y difícil que es la situación de la violencia y ahí es también donde el Señor puede ayudarnos a reconstruir aquellas cosas que nosotros hemos deshecho”, reiteró el Vicario General de la Diócesis de Mazatlán.
“Porque el Señor su muerte y su resurrección no significa nada más la cuestión acerca de lo que para nosotros pudiera ser un ideal, sino que se trata de la verdadera experiencia de la cual vive un resucitado, eso es lo que vieron en la primera comunidad, a eso lo llevó Tomás y por eso testimonia y no le importa padecer el martirio, que no muere, pero después por anciano muere y esta es la experiencia que encontramos de Tomás y Tomás la esparció está experiencias por el mundo”.
