Propone Bióloga acciones contra el desarrollo urbano, contaminación y cambio climático
Proponen acciones contra la presión del desarrollo urbano, la contaminación, el cambio climático que degradan ecosistemas forestales en Mazatlán.
La Bióloga Ambiental, Eunice Murúa, presentó una propuesta para ser incluida dentro del Programa Nacional Forestal 2025-2030, que incluye la desconexión entre la sociedad y la importancia vital de los ecosistemas forestales, incluyendo los manglares y bosques tropicales caducifolios, para el bienestar humano y la mitigación del cambio climático.
Esta desconexión, “Se debe a la falta de conciencia pública, conocimiento limitado sobre la biodiversidad, los servicios ecosistémicos (regulación del agua, captura de carbono, protección costera, etc.) y la fragilidad de estos ecosistemas”, explicó.
“Además de la insuficiente educación ambiental sobre los ecosistemas forestales a menudo que se limita a la teoría, sin experiencias directas que fomenten un verdadero aprecio y sentido de responsabilidad. Encima de las amenazas crecientes como la presión del desarrollo urbano, la contaminación, el cambio climático y la falta de valoración conducen a la degradación y pérdida de estos valiosos espacios”.
La educadora ambiental, con 20 años de experiencia como “guardiana” del Estero del Yugo, que alberga una extensión significativa de manglar y bosque tropical caducifolio en perfecto estado de conservación, externó, le ha permitido comprobar el inmenso potencial de estos ecosistemas como herramientas pedagógicas.
De ahí que propuso la de identificar áreas forestales bien conservadas, como el Estero del Yugo, que puedan funcionar como “aulas abiertas” para la educación ambiental. Se priorizarían sitios con biodiversidad representativa y fácil acceso, pero bajo un estricto manejo para no comprometer su conservación.
Establecer mecanismos de apoyo financiero y técnico para el mantenimiento y operación de estas aulas abiertas, incluyendo la formación de guías locales y el desarrollo de materiales didácticos adaptados a diferentes niveles educativos.
Así como desarrollar currículos educativos prácticos y experienciales para estudiantes de todos los niveles, desde preescolar hasta educación superior y con el público en general con recorridos guiados por expertos locales para identificar especies, entender las interacciones ecológicas y observar los procesos naturales.
“Talleres de campo sobre monitoreo de biodiversidad, restauración de ecosistemas (reforestación con especies nativas, manejo de manglares), y prácticas sostenibles. Proyectos de investigación-acción que permitan a los participantes involucrarse activamente en la conservación”.
Así como promover la articulación con la Secretaría de Educación Pública para que estas visitas y programas sean parte integral del currículo escolar e impulsar programas de voluntariado en estas “aulas abiertas”.