Producción de mango en Sinaloa y Nayarit se ha visto alterada por estrés del calor, advierte especialista
Uno de los fenómenos que más ha golpeado la producción de mango en estados como Sinaloa y Nayarit a raíz de la sequía que se ha registrado en los últimos meses, es el estrés por calor, señaló la doctora en ingeniería agrónoma, María Hilda Pérez Barraza.
Según lo señaló Pérez Barraza, experta en la producción de este fruto, los cambios extremos de temperatura han estado alterando la fisiología reproductiva del mango, provocando floración irregular, lo que afecta la producción.
“Este es un problema que nos está afectando bastante y no nada más se presenta en México, en otros países como Perú y Ecuador también, por lo que es una lucha que tenemos que hacer para poder evitar que las plantas puedan estresarse”, comentó.
Pérez Barraza enfatizó que si bien ya existen tecnologías disponibles para poder mitigar los efectos del calor, aún queda un largo camino por recorrer en temas de investigación.
Sin embargo, destacó que una de las formas de poder afrontar este problema recae en los mismos productores, quienes deben de prepararse a través de capacitaciones para poder prevenir las altas temperaturas.
“Lamentablemente el productor se preocupa cuando ya tiene el problema. Pero nosotros hemos hecho mucho hincapié en reuniones, en cursos, de decirles como hacer para que se preparen”.
“Ellos tienen que prepararse para tener una buena floración y no andar sufriendo porque si hubo o no hubo altas temperaturas. El clima no lo podemos cambiar, pero sí podemos hacer tecnologías para que el productor se prepare”.
Pérez Barraza mencionó que entre las herramientas disponibles para afrontar este problema, se encuentran los inhibidores de giberelinas, producto que induce la floración del mango al aplicarlo en un momento determinado.
No obstante, advirtió que el uso de éste debe ser cauteloso, pues mercados como el de Estados Unidos podrían rechazar fruta que sea tratada con ciertos químicos como el paclobutrazol, por lo que una opción más viable es la prohexadiona de calcio.
Pero aunado a la implementación de este tipo de productos inhibidores, la estrategia ideal consiste en la captación y administración correcta del agua que se tiene en presas, aprendiendo a una mejor gestión de esta.
“La clave está en captar y administrar correctamente el agua que tenemos. En Nayarit, por ejemplo, llueve muchísimo, pero no sabemos conducir ni distribuir el agua. Necesitamos obras de infraestructura para captarla”.
“No solamente se puede usar para generar energía, como ya lo tenemos, sino para su uso agrícola. Esa agua que a veces inunda comunidades, en otros momentos es escasa y necesaria”, puntualizó.