Con misa de cuerpo presente, Diócesis de Mazatlán da el último adiós al Padre José Pablo Chávez
La Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción vivió este lunes el último adiós al Padre José Pablo Chávez Sánchez de parte de toda la Diócesis de Mazatlán, quienes acudieron a la misa de cuerpo presente y acompañaron a los feligreses, familia y amigos de quien fuera presbítero por 36 años.
A cargo del Obispo de Mazatlán, Mario Espinosa Contreras, la santa eucaristía se celebró con honores al ataúd donde ya descansaba el Padre José Pablo, ante la mirada y aplausos de una catedral que registró un gran lleno. Además, estuvieron presentes Padres y sacerdotes de iglesias de todo el municipio.
Durante su sermón y en varios lapsos de la misa, Monseñor Mario recordó con cariño al Padre José Pablo, así como todos sus logros y enseñanzas a cargo de la Parroquia de San José Obrero, ubicada en la colonia Flores Magón, donde sirvió muchos años y fue un gran promotor en apoyar a las personas enfermas.
”El Padre José Pablo ayudó a la comunidad de diversas maneras, tales como participar en congresos nacionales y en talleres. Además, promovió entre nosotros la pastoral de los enfermos y ofrecía de vez en vez cursos para agentes laicos de pastoral. Especialmente, su parroquia organizó admirablemente la pastoral de enfermos”, dijo Espinosa Contreras.
”Tenía la misa de 12, yo algunas veces la llegué a celebrar, y siempre admiraba uno la organización porque era verdaderamente de enfermos e inválidos. Había un grupo voluntario de laicos que cada ocho días en sus carros recogían un enfermo, recogían a un inválido, a un incapacitado y lo llevaban a la misa, y posteriormente a su domicilio. Eso para mí era muy admirable, porque solamente en esa parroquia lo he visto”.
Antes esa gran obra en favor de los enfermos, el Obispo pidió a Dios que en su misericordia pueda premiar la labor del Padre José Pablo; que le conceda el gozo eterno y que ayude a todos sus fieles a cumplir su misión en este mundo como verdaderos seguidores de Cristo y misioneros, tal y como el Padre, hoy en la gloria eterna, pudo hacerlo.
Los fieles y devotos de la Parroquia de San José Obrero, quienes llegaron en grupos, en autos y camiones, también acudieron a la Catedral para acompañar a su párroco en todo momento; una acción que ya habían llevado a cabo el día domingo durante la despedida en su iglesia de la colonia Flores Magón.
Tras el final de la misa, todos los Padres de la Diócesis de Mazatlán acompañaron el féretro de José Pablo Chávez Sánchez en una última marcha de hermanos donde hubo aplausos y lágrimas.
El cuerpo del presbítero fue llevado de regreso a la Parroquia de San José Obrero, donde posteriormente se realizaría su entierro.
