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Talento

Tlali Maribel: De Mazatlán para el mundo, con la música como raíz

La cantante y músico sinaloense aporta su voz y ejecución del marimbol en ‘Cancionera’, el nuevo álbum de Natalia Lafourcade, reafirmando su conexión con la música tradicional
11/05/2025 13:57

Desde sus raíces en Mazatlán, hasta su participación en Cancionera, el más reciente álbum de Natalia Lafourcade, Tlali Maribel ha encontrado en la música tradicional su mayor impulso creativo y profesional.

Nacida y criada en el puerto sinaloense, Citlali Maribel Canales creció en una familia artística, influenciada desde pequeña por sus padres, bailarines de danza folklórica. Desde los 6 años comenzó su formación musical en el Centro Municipal de Artes, donde exploró varios instrumentos antes de encontrar su verdadero hogar en el canto.

“Estudié varios instrumentos, pero el canto siempre fue como mi lugar seguro, por así decirlo”, confiesa.

“La verdad, sí me considero con mucha suerte de que crecí rodeada de personas que me pudieron enseñar mucho sobre la música, sobre ser artista de manera integral”.

$!Su conexión con las raíces musicales a colaborar con Natalia Lafourcade en Cancionera.
Su conexión con las raíces musicales a colaborar con Natalia Lafourcade en Cancionera.

En su adolescencia, Tlali emigró a Los Ángeles y luego a Tijuana, aunque siempre mantuvo un fuerte lazo con su ciudad natal.

Después, en su juventud, descubrió el son jarocho, un género originario de Veracruz, así como la tradición del Fandango, que la enamoró por su carácter comunitario y festivo.

“Me llamó mucho la atención que hubiera una tradición que fuera tan vivencial, eso fue lo que me atrajo, y hasta la fecha sigo practicando ese género y otros más también de música tradicional. Digamos que ese ha sido el eje de mi trabajo: entender ese suceso de la música allá en la vida diaria”, explica.

Esta conexión con las raíces musicales la llevó, de manera inesperada, a un momento clave en su carrera: la invitación a colaborar con Natalia Lafourcade en Cancionera.

“La invitación surgió porque justo en un evento de este tipo, yo fui invitada para abrir un concierto y toqué como solista y ella estaba ahí de público”, cuenta.

Nerviosa pero decidida, Tlali interpretó su música, sin imaginar que aquella presentación le abriría nuevas puertas.

“Después de eso tuvimos una plática muy amena, y me di cuenta que es una persona bien sensible y bien observadora”.

Meses después, la mazatleca recibiría una invitación directa para formar parte de los coros en el álbum.

“No me la podía creer... pensé, ¿de tanta gente como por qué yo?”, recuerda. Sin embargo, venciendo sus inseguridades, aceptó el reto con entusiasmo.

En Cancionera, Tlali participó haciendo coros en El Palomo y la Negra, Coconitos y Cocos en la playa, tema donde además tocó el marimbol, un instrumento tradicional poco común.

“Sentí mucha responsabilidad porque la verdad es un instrumento muy poco común, podría decir que en el mundo no hay muchas personas que lo toquen”, expresa.

“Yo tengo aproximadamente unos 9 o 10 años que me empezó a interesar y ahí empecé a buscarle, y he aprendido de varias personas que lo tocan, pero no es muy común, entonces sí sentí mucha responsabilidad de ejecutarlo bien, de que el trabajo que yo haga con ese instrumento sea de calidad”.

$!Tlali asegura que participar en este proyecto fue más que una colaboración musical; fue una reafirmación de su identidad artística.
Tlali asegura que participar en este proyecto fue más que una colaboración musical; fue una reafirmación de su identidad artística.

El proceso de grabación con la cantante veracruzana fue particularmente especial.

“Fue un trabajo en conjunto con otros músicos, además de Natalia, pero se grabó todo en en el mismo estudio. O sea, fuimos todos a grabar a la misma vez y pues eso hizo muy orgánico el sonido y el álbum”, comenta.

“La verdad, eso sí fue súper especial porque se sentía una energía muy bonita de que la música estaba ocurriendo ahí”.

Para Tlali, participar en este proyecto fue más que una colaboración musical; fue una reafirmación de su identidad artística.

“Creo que no pudo haber mejor proyecto para mí porque encierra muchas cosas en las que yo creo mucho. Justo la figura de ‘cancionera’, pues a mí me resuena mucho porque yo principalmente, como cantante, sí he buscado tener ese papel de alguien que represente realmente lo que está queriendo decir y el mensaje que está queriendo dar”, afirma.

Además, su admiración hacia Natalia Lafourcade se reforzó al ver su compromiso con las raíces.

“Al ver cómo trabaja Natalia, me confirmó mucho que lo más valioso de este tipo de trabajos es el crear lazos y es el hacer música desde un lugar genuino, desde un lugar auténtico para uno. No hacerlo por visibilidad, ni por fama ni por reconocimiento, sino por por defender el mensaje que hay que dar”, sostiene.

Tras esta participación, Tlali asegura estar muy orgullosa de su historia en Mazatlán como lugar y como inspiración.

“Me da mucho orgullo por mi barrio, por el Fovissste Jabalíes, por Mazatlán, por Sinaloa, por todo”, dice con emoción.

Actualmente, la joven cantante y músico trabaja en un proyecto que combinará composiciones propias y música tradicional.

“Estoy trabajando en un EP, que es un álbum de pocas canciones, y ya después ojalá pueda conseguir el presupuesto y la manera de producir un álbum más grande”, adelanta.

“Pero por lo pronto estoy trabajando en un EP con algunas composiciones mías y también canciones de música tradicional de Sinaloa y de otros lugares que quiero dar a conocer y también hacer a mi estilo”.

Con el corazón en la tierra y la música en las venas, Tlali Maribel continúa su camino, llevando el nombre de Mazatlán a nuevos horizontes.


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