Acusa PETA a Bad Bunny de maltrato animal
Bad Bunny vuelve a acaparar titulares, pero esta vez no por su música ni sus récords de venta, sino por una nueva polémica con la organización animalista PETA, que lo acusa de maltrato animal por el uso de gallinas vivas en sus conciertos.
La denuncia pública se dio a conocer a través de un video publicado en las redes sociales de PETA Latino, donde se observa al artista puertorriqueño usando animales vivos como parte del espectáculo en su residencia musical “No me Quiero ir de Aquí”, que se celebra desde el 11 de julio en el Coliseo de Puerto Rico.
Un “Baile inolvidable” para Bad Bunny... pero una pesadilla para los animales 🐔💔
— PETA Latino (@PETA_Latino) July 16, 2025
Bad Bunny usó gallinas vivas en el escenario durante su residencia en el Coliseo de Puerto Rico. ¿Hasta cuándo los animales serán siendo tratados como simples accesorios para el show de Bad Bunny?... pic.twitter.com/ArgTHxoF0d
La organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) señaló que durante los conciertos se han utilizado gallinas vivas en escena, lo cual calificó como un acto de crueldad y de insensibilidad hacia los animales, señala elimparcial.com
“Un ‘baile inolvidable’ para Bad Bunny...pero una pesadilla para los animales”, escribieron junto al video. Más adelante añadieron:“¿Hasta cuándo los animales serán tratados como simples accesorios para el show de Bad Bunny?. Benito solo normaliza el maltrato hacia los animales”, señaló PETA.
Según la organización, estas acciones envían un mensaje equivocado al público, especialmente a los jóvenes, al mostrar a los animales como elementos decorativos y no como seres vivos que merecen respeto.
PETA ya había cues tionado públicamente al artista en febrero de 2024, cuando en el arranque de su gira The Most Wanted Tour en Salt Lake City, Bad Bunny apareció montado sobre un caballo en pleno escenario.
La escena, envuelta en luces estroboscópicas y rodeada por miles de fanáticos, fue duramente criticada por el riesgo que representaba tanto para el animal como para el público. En ese entonces, Lisa Lange, vicepresidenta senior de PETA, declaró a Newsweek.
“Los caballos son muy asustadizos, y no son accesorios para ser montados en un escenario entre luces intermitentes, música atronadora y multitudes ruidosas. Esto podría haber acabado en tragedia”.
Hasta el momento, el cantante no ha emitido respuesta oficial a ninguna de las acusaciones de la organización. La controversia se suma a una residencia musical histórica para el reguetonero.
No me quiero ir de Aquí, es un proyecto de 30 noches en el Coliseo José Miguel Agrelot de San Juan, y marca el inicio de la gira mundial de su álbum Nadie sabe lo que va a pasar mañana.