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Factor Humano

Los peligros de opinar

FACTOR HUMANO
12/07/2025 14:57

Dos opiniones pueden diferir en un mismo asunto pero eso no significa necesariamente que una sea verdadera y la otra falsa. Entonces ¿Qué es opinar?

¿Tengo la razón?

Antes de iniciar hagámonos una pregunta ¿Por qué hay tanta confusión y cada uno defiende su opinión como si fuese la verdadera habiendo otras distintas en un mismo tema? Pero vayamos más a fondo ¿En realidad qué tanto peso tiene la opinión en sí misma? O sea ¿Qué es la opinión? Entenderla nos ayuda a opinar más sensatamente y a algo muy importante: mantener la boca cerrada cuando el impulso quiera imponerse.

Para responder a semejantes cuestiones distingamos entre la realidad y su conocimiento, son dos cosas distintas. La realidad ES lo que ES, es independiente del sujeto que la conoce; el conocimiento en cambio depende del sujeto, cada persona puede ver cosas distintas de un mismo asunto.

Esa subjetividad es casi infinita, el arte lo refleja, en un mismo rostro un realista, un impresionista y un cubista lo pintan de manera distinta. Lo subjetivo tiene su propio peso y puede alcanzar un nivel sublime en el arte, en el caso de la opinión se trata de otra cosa: de ver si esta refleja o se aleja de la realidad.

$!Caravaggio, La duda de Sto. Tomás.
Caravaggio, La duda de Sto. Tomás.

Conocer y razonar

Distingamos también entre conocimiento y razonamiento: son distintos, el primero lo estudia la Epistemología o la Ciencia del Conocimiento y la segunda lo estudia la Lógica, esta ciencia infunde reglas y un rigor para que el razonamiento no se desvíe. Entender y razonar van de la mano, cuando se disocian hay problemas, se puede entender bien y razonar mal, y por otro razonar con pulcritud no garantiza necesariamente que la conclusión sea cierta, lo explicamos más abajo. Cuidemos de si lo que entendemos está fundado en hechos o en supuestos o en diretes.

Partamos de los hechos.

Harvard ganó prestigio por enfatizar el basarse en los hechos antes de emitir un juicio y una opinión. ¿Tienes este hábito arraigado querido lector? Es fundamental para “no agarrar monte”, esta expresión campirana nos advierte que podemos extraviarnos al pensar y al razonar sin darnos cuenta y terminamos creyéndolo o darle más peso del que no tiene ¿Te sucede con frecuencia? No te extrañe, es muy común.

Un proceso lógico

Ahora bien ubiquémonos ante una situación desconocida que deseamos entender y explicar. Aquí sucede un proceso mental del que poco tomamos en cuenta, es como subir las escaleras y distinguir que escalón pisas.

1ero. está La Ignorancia, ésta puede ser de dos modos, la consciente cuando sabes que ignoras y la peor cuando crees saber y en realidad no tienes la menor idea. Revisa tu proceder porque la mayoría de las discusiones se dan por esta razón. Es fácil distinguirlas: el que no sabe pregunta más o permanece atento callado. Sin el silencio es imposible el diálogo fecundo. Sin embargo podemos presumir nuestra ignorancia, ésta puede salir a flote en si pontificamos mucho. El ser un empresario exitoso o tener muchos títulos no garantiza el pensar bien o tener la razón, por eso los consejos de administración.

2do.aparece La Sospecha. Para sospechar se requiere algo de información pero es tan poca que no es concluyente. Cuidado porque solemos confundir sospechas con certezas y ofendemos a la gente. Son los prejuicios, los juicios a priori, si te cae mal o bien quien habla, etc.

3ro. viene La Duda. Dudamos cuando la información se balancea en una mitad de certeza y la otra de ignorancia. Es el clásico “puede que sí, puede que no” ambas posibilidades son buenas porque no hay suficiente información, el intelecto oscila.

4to. Y aquí aparece La Opinión. Esta suele darse cuando se tiene suficiente información pero no toda para asegurar algo. ¿Qué hace buena la opinión? cuando considera lo probable de un asunto, cuando la sustenta los hechos, el pulcro razonamiento y lo complementa con el conocimiento del tema. Así alguien puede opinar con propiedad. La toma de decisiones suele basarse en opiniones, al hacerla a nivel de sospecha o de duda hay más probabilidades de errar.

5to. La Certeza. Esta se da cuando lo conocido coincide con lo que ES sin deformarlo. Implica una adecuación del intelecto con la parte de la realidad conocida, coincidir; “cuanto tiempo, cuanto espacio y coincidir”. Pero...

Hay un 6to. nivel: La Verdad. La certeza es parte de ese océano infinito llamado verdad. El conocer una región no significa conocer todo el país, Américo Vespucio se atrevió a hacer un primer mapa de América.

Aquí viene lo bueno

Lo más sensato que podemos hacer para no meter la pata es ubicarnos en que escalón pisamos en la escalera de la verdad. ¿Ignoramos el tema realmente, lo sospechamos, dudamos o estamos en el punto preciso para emitir una opinión? Al opinar debemos tener 3 cosas: 1. Estar muy conscientes de lo que ignoramos; 2. Estar muy abiertos porque lo que sabemos no es el todo y 3. Nuestros juicios y conclusiones están abiertas a la probabilidad de ser o no ser verdad.

Las verdades de la ciencia suelen ser desplazadas por las nuevas verdades descubiertas. Tenemos todo el derecho a decir lo que pensamos y eso cuenta mucho pero no siempre a opinar de un asunto. Atrevernos desde la ignorancia es temerario.

Además las buenas opiniones no necesitan de muchas explicaciones, con las suficientes basta.