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"COLUMNA"

"FACTOR HUMANO: Descubre tus creencias fundamentales"

"La detección de falsas creencias expande nuestro ser."
FACTOR HUMANO
22/06/2019 14:06

El pez no ve la pecera en la que nada. Lo natural para él es nadar, lo ha hecho siempre y lo repetirá hasta que se da cuenta que su pecera está contaminada y entonces descubre otra vecina y salta. Así nos pasa cuando descubrimos una creencia que es falsa, dañina y… saltamos. La detección de falsas creencias expande nuestro ser. Construimos nuestro mundo en base a ellas. Tan fundamentales son.

¿Quieres ir detectando tus creencias?

Ellas sustentan el quién eres y cómo vives. Obsérvate. Detecta cómo afrontas la vida, como es tu familia, como son tus relaciones, como es tu trabajo, tu salud… Detente a reflexionar cómo piensas, qué sientes y cómo sueles reaccionar. Respira profundo, para el torbellino de tu mente, deja la TV y el celular: te secuestran. Crea las condiciones para tomar conciencia. Salte de los mismos lugares: visita el mar, la naturaleza, el jardín, viaja, contáctate con los maravillosos seres vivos a tu lado, observa como en su simplicidad cada uno canta una sinfonía maravillosa.

Salte de ti. ¿Qué tan contaminado puede estar tu mundo interior pensando las mismas cosas, reaccionando de la misma manera con las mismas personas y las que se te acercan? Detecta qué pensamientos repites y cómo sigues obteniendo los mismos resultados que no te gustan. Culpando a otros porque no se comportan como quieres. Ahí pierdes poder. Detecta tus conflictos, te revelan. Ve a la raíz de ellos sin culpa ni lástima y pide despertar. El que descubre que está dormido está despertando. El dormido no se da cuenta de que lo está.

Descubre tu real esencia. Tu ser real está muy encima de tus actos, creencias y opiniones y las de la gente que te rodea. Ellos pueden explicarte pero no te definen. Tu ser es inefable. Simplemente acéptate, no trates de comprenderlo porque en ese momento lo reduces a tus pensamientos. En el silencio saluda al Yo que eres, siente la paz y el regocijo cuando sucede. Goza de tu bendita presencia.

Ese que ves en el espejo no eres tú. Ves lo que tu imaginación e idealización ve, recuerda: el espejo tiene dos caras. Cansa ver y obtener siempre lo mismo. Muchos están cansados de la vida, desean en lo secreto morir, su vida no les gusta, han perdido la esperanza de cambiar. Y se mueren paulatinamente renunciando a sí mismos. Decepcionados. Viven con conflictos no resueltos, creyendo las falsas creencias instaladas quizás desde su niñez y las experiencias se lo confirman. No ven su inmensidad ni la belleza de vivir. El simple acto de respirar merece gratitud porque no es el oxígeno: es la vida que entra a tu ser. ¡Cuántos luchan por alcanzar otra bocanada de aire para seguir viviendo!

Amigo de tu subconsciente. Nacimos para estar felices y sanos, las falsas creencias nos dicen lo contrario. Manipulan el subconsciente. Creamos enfermedades incluso. Hazte aliado de tu subconsciente descubriendo falsas creencias, instalando verdades y decidiendo quererte. Si te vieras con el arrobo que una madre goza a su bebé gozarías de ti.

El peligroso afán de certeza. Hay una poderosa necesidad de certeza y la mente necesita confirmarse que está en lo cierto, eso le tranquiliza, sin embargo El afán de certeza nos juega muchas jugarretas falsas en la vida. Tendemos a confirmar en las experiencias que es cierto lo que creemos. Incluso pueden llevarnos al abismo. Así se cierra el círculo y con él la esperanza. La sanación viene cuando descubres que lo que dabas por cierto era falso. “La verdad nos hace libres”.

Detectando tus obviedades. Lo más obvio no resulta fácil de ver por su inmediatez y naturalidad, de la misma manera en que el pez nunca descubre el agua en la que nada. Ni el tamaño de su pecera. Los saltos de conciencia te permiten descubrir tus obviedades. Al salirte de la trampa de tus envolventes pensamientos empiezas a ver la realidad. Lo que ves es la realidad filtrada por tus pensamientos y no lo percibes hasta que te das cuenta. La ayuda externa lo facilita.

El dolor visto de frente nos despierta. Las sombras nos permiten ver lo que la luz no puede. El dolor visto de frente, con valentía, sin evasiones y a la cara, es el gran despertador porque nos hace reaccionar. Nadie es indiferente al dolor, por eso es el gran maestro.

Tu esencia duerme esperando despertarse. Entonces te das cuenta que te observas distante a tus pensamientos, sin confundirte con ellos. Tú no eres tu mente. Despiertas especialmente cuando decides no distraerte en lo que sabes te entretiene, quizás porque evitas encontrarte con alguien que te duele: la falsa imagen de ti mismo. La evasión, bien sabes a donde te conduce y ya no quieres repetir lo mismo. Descubre tus obviedades, ellas revelarán tus creencias y al detectarlas podrás cambiarlas. Usa el poder que tienes, cobra conciencia, es decir ¡despierta!

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