El rock, la lucha libre y la Química me llevaron a ser científico: Ricardo Cerón
Al estilo de la triple A, el doctor Ricardo Cerón entró de una manera peculiar a escena, como un gran luchador; con música, desde una esquina y portando una máscara del Rey Mysterio, para hablar de ciencia.
Como parte del programa Con C de Ciencia, El Colegio de Sinaloa invitó al Dr. Ricardo Cerón Camacho —destacado investigador del Instituto Mexicano del Petróleo— para impartir la conferencia: ¡Rock, lucha libre y Química!, celebrada en el Conalep 1 de Los Mochis, Sinaloa.
demostrando que es un gran fanático de este deporte, llevó tres máscaras adicionales, las cuales fueron utilizadas por los alumnos al finalizar la charla, para posar ante la cámara acompañados por su nuevo héroe.
Luego hizo algunas preguntas al público estudiantil sobre sus gustos musicales para después él compartir los suyos: el rock. De una manera coherente y refrescante enlazó estas dos cosas: cómo la música, lucha libre y junto con la Química, lo llevaron a ser científico.

El doctor Cerón dejó de lado un lenguaje académico y riguroso, empatizando con los estudiantes; les compartió su participación en un evento histórico, la huelga de 1999 en la UNAM, lo que alimentó su espíritu libre y rebelde, además de sus gustos.
De esa forma, habló sobre el estigma de rebeldía que envuelve a los rockeros, defendiendo que los músicos de este género no son “diabólicos, simplemente son diferentes”.
Señaló la cualidad de estos músicos: “el rockero es fuerte porque así lo hace la sociedad”, refiriéndose a que son las adversidades de la vida lo que forja el carácter y la disciplina; ya que mencionó que cuando era estudiante tuvo que trabajar como mesero, chalán, hasta albañil y cargador de sacos de cementos.
Para hacer aún más dinámica la actividad, el investigador reprodujo una canción que precisamente aborda la reflexión que anteriormente había compartido. La canción fue “Cuando seas grande” de Miguel Mateos, que narra la historia de un joven que confronta las expectativas sociales y familiares al mismo tiempo que persigue su sueño de ser estrella de rock. No obstante, la canción también menciona que de no esforzarse este joven corre el riesgo de fracasar en la vida.
Por esto mismo y de una manera circular, Ricardo Cerón cerró esta idea de que el rockero es fuerte por embarcarse en las adversidades de la vida, desarrollando, como recompensa, fortaleza y disciplina lo que le permite “salir adelante”.
Posteriormente, abordó el tema de la lucha libre iniciando con una frase de Carlos Monsiváis: “la vida es como la lucha libre: se trata de resistir, persistir y nunca rendirse”.
Explicó que para ser un gran luchador hay que esforzarse del mismo modo, quizás la persona no está en una biblioteca escuchando rock, pero sí preparándose de otra manera: hay que ir al gimnasio, comer sano, dormir lo necesario, como un luchador profesional, pues al igual que un músico, un científico, se tiene que preparar y estudiar.
Ricardo Cerón comentó que siempre hay un precio por pagar, al final del día y siempre implica esfuerzo. Dignificó el oficio de luchador señalando que los luchadores presentan un examen físico y de lucha libre para obtener la licencia, así como un estudiante hace un examen para ingresar a una licenciatura. Por lo que sobre cómo enfrentar la vida, recordó que no hay algo cien por ciento bueno, o cien por ciento malo, como en la termodinámica, y por lo tanto hay que ver la vida con un cristal optimista.
Es aquí donde el investigador del Instituto Mexicano del Petróleo abordó con varios ejemplos su interés por la Química, señalando que fue gracias a su profesora de preparatoria quien enseñaba de una manera muy ingeniosa, logrando inspirarlo.
Aclaró que no es obligatorio estudiar sólo Ciencias Exactas, sino que también las Humanidades y las Ciencias Sociales son igual de interesantes y necesarias. Además, explico parte de sus actividades como investigador del Instituto Mexicano del Petróleo.
La actividad se desarrolló con la presencia de Javier Iván Esquer, director de la unidad Conalep 1, y Lydia Concepción Celaya, secretaria general de El Colegio de Sinaloa, en representación del maestro Élmer Mendoza, presidente de este organismo.