Luis Alonso preserva el oficio de la nieve de garrafa que aprendiera de sus suegros en Cacalotán
EL ROSARIO._ Son 26 años los que Luis Alonso Rodríguez Bibriesca ha dedicado a la elaboración de nieves de garrafa, al convertir en suyo el oficio que desarrollaran por años sus suegros los señores Jorge González y Margarita Rendón.
Con su garrafa frente al templo de Nuestra Señora de Loreto, expuso que ofrece la nieve en fines de semana regularmente y durante las fiesta de la comunidad, no obstante, prácticamente la nieve se vende sola pues visitantes y locales llegan a procurarla.
Sostuvo que luego de 30 años de realizar la actividad por sus suegros, fue que decidió tomar él el relevo generacional, pero al recibir la nieve con un sabor, la vainilla, decidió probar con nuevos sabores, mismos que alterna cada semana entre los que enlistó, fresa, queso, ciruela y galleta oreo.

Su principal motivación para retomar este oficio, confesó, es tener un ingreso extra ya que también se dedica al reparto de pan.
”Algo extra, yo aparte de esto trabajo vendiendo pan en las tiendas, repartidor, es algo extra porque no alcanza pues”, sostuvo.
Con evidente orgullo, refirió que su mayor logró con la venta de nieves ha sido que sus tres hijos estudiaran, dos de los cuales se recibieron: Luis Armando en Medicina, Jorge Alonso Terapia Física, y Luis Eduardo está por culminar Enfermería.
”Esto es pues todo porque de aquí le estoy dando el estudio a mis hijos, ya tengo tres gracias a Dios y el último es este que está estudiando en la universidad”.
Sobre la elaboración artesanal de la nieve, expuso, que un día empieza a hervir las preparaciones para al día siguiente a las cuatro de la mañana iniciar a batirla los que se convertirán en 35 litros y que lleva al menos cuatro horas para que esté en su punto pues reconoce que a más batida mejor sabor toma.
Los precios que tiene, explicó, siempre son accesibles pues el cono sencillo es de 10 pesos, vaso a 20 y medio litro 60 pesos.
Concluyó que se esfuerza por ofrecer el mejor producto, con ingredientes de calidad para mantener orgullosos a sus suegros que una vez lo iniciaron en el oficio.