La historia de Felipe Yahir, un joven apreciado, trabajador y estudioso... que a sus 18 años atacó a su papá
ESCUINAPA_ Una llamada al 911 alertó la mañana del lunes sobre un ataque con arma blanca a un adulto. No se trataba de balas, enfrentamientos u otro hecho de alto impacto, había una persona herida dentro de casa, en un espacio que parecía seguro.
Pero ese espacio hacía años que no era seguro para una familia, según los mismos familiares y conocidos, era un espacio donde las paredes escondían dolor, dolor físico o quizá del alma.
La llamada era desde el celular de Felipe Yahir, un joven de 18 años, el hijo más chico de Felipe “N”, de 55 años, el hijo que aún no tenía la oportunidad de salir a estudiar la universidad como sus otros dos hermanos mayores, ya graduados.
Felipe Yahir trabajaba como repartidor, ayudaba a hacer aseos, realizaba tareas diversas para conseguir tener dinero para seguir estudiando; el tercer año de preparatoria lo esperaba.

Hasta que esta mañana de lunes, la historia de dolor, de la violencia en casa lo alcanzó, en un momento en que su abuelita paterna, la que los ha criado, no los podía contener con su amor, pues está en casa convaleciente de una cirugía.
Pero su formación sí lo hizo llamar y hacer frente a las consecuencias de sus actos: señaló a la autoridad, su papá Felipe al parecer quiso golpearlo, él, de acuerdo con su reporte, lo apuñaló.
Y en ese momento la tragedia se concretó en ese hogar, Felipe fue llevado a recibir atención médica al Hospital, Felipe Yahir, encerrado en un cuarto esperaba a la Policía para ser llevado a la cárcel preventiva.
El hombre de 55 años murió, en la cárcel hasta hoy su hijo menor no sabe que así fue, piensa que está herido, en casa el dolor está presente por la pérdida, pero en algunos familiares y amigos de Felipe Yahir también hay dolor por el futuro de alguien a quien estiman.

“Me duele mucho, porque él es un buen muchacho, a donde íbamos siempre estaba con nosotros, platicaba con la gente, muy respetuoso, muy atento”, señala uno de sus vecinos.
Quizá Felipe Yahir no hablaba de lo que pasaba en casa, salía a trabajar, a sacar dinero, sumaba estimación, cariño y amigos afuera de casa, porque en la de él, había otra historia.
“(Felipe, papá) él amenazaba a sus hermanos, no dejaba que visitaran a su mamá, la que está enferma, porque el mismo alcohol y la droga hacía que él... una persona cuando está drogada se imagina muchas cosas, para que el hermano no se diera cuenta como él estaba”, relató uno de sus familiares.
Todos los días “afilaba” un machete y amenazaba con éste a sus familiares que, en caso de buscar a su madre, presuntamente les indicaba que podría matarlos, señaló.
“A nosotros nos pesa el niño, un sobrino le llevará comida (a la prisión) porque él convivía con nosotros, es muy bailador, al niño lo queremos mucho y nos sentimos tristes por lo que está pasando el niño ahorita, él aún no sabe lo que le hizo a su papá, piensa que se defendió y le dio un piquetito”, dijo.
El joven, asegura, no utiliza ningún tipo de sustancia, ni alcohol, por lo que también les duele cómo en redes sociales se le señala y se le juzga por haber agredido a su padre.
Lo que no saben, dice, es la historia en casa, donde a veces el alcohol u otras sustancias que el padre consume hacen un hogar difícil, violento, que desemboca en historias como estas.
“La gente puede conocer a un hombre amable, bueno, afuera, pero cuando hay alcohol y drogas, nadie sabe qué pasa dentro de una casa”, señaló la señora.
Felipe Yahir, al ser el más chico, vivía todos los días con alguien que al parecer necesitaba el dinero que el joven ganaba en sus trabajos para comprar sus necesidades, de no haber dinero, había al parecer golpes e insultos. Situación de la que su mamá se cansó y se fue.
“Yahir buscaba solito salir adelante al igual que sus hermanos, ojalá se le pueda ayudar, que incluso él tiene que pagar por lo que hizo imprudencialmente que sea mínimo, porque se le va a truncar algo, cometió (un delito) no por alevosía y ventaja, ya estaba harto, ojalá la gente deje de estarlo señalando de esta manera”, dijo.
Escuinapa representa un 1 por ciento de casos de violencia intrafamiliar de acuerdo con la Secretaría de la Mujer. Muchos casos no son denunciados, reconocen.

En ese 1 por ciento no hubo nunca denuncia de un caso que este lunes estremeció la ciudad, en unas celdas se han quedado los sueños de un niño que llegó a ser presidente en un Cabildo Infantil de Escuinapa, exponiendo lo que era un municipio ideal para él.