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Recuerdo

‘Cuando venía a descansar ella era María Lucila’: sobrino de Lola Beltrán

Detrás de la diva de la canción ranchera, Lola Beltrán, existía una mujer profundamente ligada a su tierra natal, Rosario, Sinaloa, donde regresaba no como estrella, sino como María Lucila, una rosarense más; así lo recuerda su sobrino Enrique Luis Rodríguez
16/08/2025 10:44

EL ROSARIO._ La vivencia de la persona detrás de la reina de la canción ranchera, Lola Beltrán, al retornar a su tierra era para descansar y disfrutar de su familia, dista de la diva, pues era como una rosarense más, afirma su sobrino Enrique Luis Rodríguez Rendón.

“A veces venía que tenía actuación en Mazatlán, en Culiacán o cerquita de aquí venía como Lola Beltrán y se comportaba como Lola Beltrán, pero cuando venía a descansar, a pasar con la familia, era María Lucila, otra mujer rosarense como cualquiera que existe aquí en Rosario”, expuso.

Las fechas que jamás dejó de pasar, aún en el punto más alto de su carrera, fue el día de la virgen cada 1 de octubre y el Día de las Madres, pues siempre cumplía con su madre del cielo y de la tierra, aunque regularmente visitaba al menos seis veces al año la ciudad que la vio nacer.

Refirió su sobrino, hijo de María Carmela, hermana mayor de la intérprete, que siempre llegaba a la casa paterna ubicada en la calle que originalmente fuera nombrada Guadalupe de los Reyes, poco después Ignacio Ramírez y por último Lola Beltrán, en el centro de la ciudad.

“Yo los recuerdos que tengo mucho de mi tía pues son sus actuaciones falsas ahí en la casa, pero aparte de eso a ella le encantaba estar reunida con los sobrinos, nietos y jugábamos lotería, ella era la única que ponía, iniciaba con 20 dólares, porque puros dólares ponía, y pues todos ahí estábamos y ella la gritaba siempre”, explicó.

Precisó que las visitas de su tía regularmente eran de dos semanas, una para descansar y otra para reunirse con sus amigos que llenaban su casa de fiesta con comelitones.

También citó cuando acudía al hogar familiar en cuya calle lleva ahora el nombre de la intérprete, con una combi y se llevaba a todos al río o a la playa.

“Y nos íbamos al río y ahí se bañaba ella como toda mujer rosarense o si no, nos íbamos a la playa, en aquel tiempo había una señora, no me acuerdo el nombre, pero antes que se pusiera el famoso Tigre, estaba esa señora que cómo la ayudó (Lola)”, expuso.

Como parte de su carácter alegre, manifestó, que le gustaba gastar bromas, pues incluso le tocó vivirlas en carne propia ya que durante una de sus visitas, mientras él trabajaba en Cruz Roja, su mamá le gritó pidiendo auxilio porque a su tía Lola le había picado un alacrán.

“Metí la aguja al frasquito para sacar el medicamento, y jamás pude, me piqué tanto y ella pues como que ya se estaba muriendo y de repente que suelta la risa la canija, y su palabra era baboso, ‘baboso’ me dice y yo sorprendido quedé... Le encantaba hacer bromas, no, no, a presidentes, a gobernadores, que llegaban ahí a la casa, siempre era una broma”.

Dijo que tal era la devoción de Lola Beltrán a la Virgen del Rosario, que en cada mañanita por su solemnidad ofrecía presentaciones completamente gratuitas, y si traía a otros artistas, ella cubría los gastos.

Dentro de sus acciones estuvo dar un concierto a beneficio del Colegio “El Rosario”, y tal fue la convocatoria que al ver la multitud pidió que dejaran entrar a todos al recinto del lienzo charro de la ciudad.

“Lola Beltrán hizo mucho aquí por Rosario, la verdad ayudó a todos”.