‘Te amo... me dijo antes del adiós’, dice Jesús
En una cama de hospital, Jesús recibió el primero y último ‘te amo’ de su padre.
Se le quedó grabado ese momento como un consuelo por lo que nunca antes se habían dicho.
Un año después, durante el Día del Padre, Jesús barre con cuidado la tumba de su papá Salvador en el Panteón Civil de Culiacán.

“En un momento dado me dijo que me amaba”, recuerda.
Desde que enfermó, Jesús no se despegó de él. Lo acompañó hasta el final. Sabía que, aunque su papá nunca fue de demostrar afecto, ese “te amo” fue real.
La relación entre ambos nunca fue fácil. Su papá era un hombre duro, de carácter fuerte, con arrebatos de coraje y palabras duras. Pero nunca les faltó nada. Siempre estuvo. En su forma seca y áspera, también cuidaba. Jesús lo sabe.
“Me enseñó muchas cosas, tanto buenas como malas porque también hay veces que los papás no nos llevamos muy bien... pero, dentro de todo, yo lo amo.

“Era muy corajudo, enojón y grosero. Pero en el fondo, era bueno”.
Piensa en los detalles que lo hacían único, el menudo que tanto le gustaba, la ropa que él mismo le regalaba en cada celebración.
Su forma de querer era distinta, áspera, pero honesta.
Jesús se queda en silencio, mirando la tumba. Piensa en qué le diría si pudiera escucharlo. No responde de inmediato. Un sentimiento lo atraviesa, se le salen las lágrimas.
“Quisiera que regresara conmigo...”.