Los estragos del ataque armado en Altata: base sindical baleada y un hotel devastado por las llamas
A unas horas del atentado registrado en Navolato, los impactos de bala en ventanas y paredes son visibles en la fachada de la base sindical de Altata.
La noche del sábado, un grupo de civiles armados abrió fuego contra dichas instalaciones y también accedió a un hotel de lujo para incendiarlo.
En medio de esta serie de hechos y balacera, la maestra de primaria, Jesamel Rodríguez Zazueta, perdió la vida cuando se encontraba a bordo de su vehículo junto a su esposo e hijos menores de edad, el cual fue blanco de disparos.
Este domingo, la bahía de Altata aún deja a la vista los estragos que se registraron durante la jornada violenta.
En la base de la sindicatura, decenas de disparos de arma de fuego atravesaron algunos vidrios del inmueble que terminaron impactando hasta el interior, con destino final en las paredes donde dentro se encuentran los escritorios, sillas y puertas con ornamenta de símbolos patrios.
A las afueras es lo mismo, pues múltiples perforaciones provocadas por los disparos quedaron grabadas en la pared de la fachada, uno de ellos acompañando el escudo pintado del municipio de Navolato, además de otro más en un logotipo de la campaña política “Navolato el futuro ¡es hoy!”.
Debido a los estragos, la mañana de este domingo en Altata hubo una escasa afluencia de visitantes y turistas, pues fueron pocos los vehículos que se vieron pasar por la carretera para acceder a la bahía, si acaso algunos de los tripulantes o personas de alrededor giraban su rostro y circulaban de pasada para observar los daños de la base, no obstante, eran pocos los que se daban la oportunidad de llegar hasta el Malecón.
Las afectaciones siguieron hasta un hotel que se ubica en la zona del Nuevo Altata, conocido “Gran Altata Hotel Resort”, el cual desde afuera parecía inofensivo, sin embargo, el solo hecho de presenciar una zona de estacionamiento vacía y una caseta vandalizada lo que encendía el sentido de alerta para los posibles visitantes.
En el área de estacionamiento se localizó una camioneta perteneciente al hotel, cuyas puertas se encontraron abiertas y la unidad en aparente estado de abandono, al parecer dejada en el lugar por sus tripulantes al momento en que ocurrió el atentado.
Más adentro, en la sala de recepción había equipo y mobiliario de la oficina regados por el suelo, entre ellos varios papeles, pulseras para los usuarios e incluso lentes para observar eclipses, probablemente usados el 8 de abril de 2024, cuando se dio este fenómeno natural.
En las habitaciones se encontraron botellas por el piso, además de algunas ventanas y vidrios destrozados. En un salón también había estragos, fuga de agua en los alcantarillados e incluso un tablero eléctrico dañado, cuyos cables habían sido cortados aparentemente de forma intencional.
El cuarto de cocina de un restaurante, colocado en el centro del hotel, fue totalmente vandalizado por los responsables del atentado, quedando con el instrumental completo y diversos insumos tirados por el suelo, dejando una escena difícil de contemplar pues no había por donde pasar en esos corredores donde los chefs y empleados del negocio cruzaban para preparar el alimento de los turistas, ahora llenos de equipo y material culinario.
Asimismo, dos pequeñas cabañas fueron totalmente dañadas por el siniestro, siendo ahí donde presumiblemente comenzó el incendio en la zona de hospedaje, cuyo fuego fue visto por automovilistas que cruzaban la carretera Navolato-Altata, a varios metros de distancia.
Por último y en otro punto, en el residencial Isla Cortés, sujetos armados dispararon en repetidas ocasiones contra la caseta, dejando daños e impactos en la fachada y ventanas, afectaciones que siguen siendo visibles.
Lo que no se contempla en el lugar es que fue enfrente de la entrada de esa residencia donde los jóvenes Arleth y Luis, de 30 y 19 años respectivamente, quedaron atrapados en medio del tiroteo y resultaron con lesiones de bala, siendo más tarde asistidos por el personal de rescate y traslados hacia un hospital para recibir la atención especializada.