En 2008 se registró en Sinaloa un sismo similar al del miércoles en la noche
La noche del martes 23 de julio, un sismo de magnitud 4.6 con epicentro a seis kilómetros al Datemex de Culiacán sacudió a Sinaloa. Un evento similar ya se había registrado en 2008.
De acuerdo con un análisis de la doctora Xóchitl Torres Carrillo, investigadora de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y del estudiante Ian Vladimir Salomón Amador, el temblor registrado este martes por la noche comparte características con el sismo del 5 de octubre de 2008: ambos tuvieron una magnitud cercana, 4.6 y 4.7 respectivamente, una profundidad de 5 kilómetros y se ubicaron en la zona norte de la ciudad de Culiacán.
“Este tipo de eventos no son comunes en la región, por eso llama la atención que se repita con estas características después de 13 años”, señaló Torres Carrillo, académica de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Espacio.
El sismo se sintió con fuerza en distintas zonas de Sinaloa. Según el reporte, fue registrado a las 20:12:28 horas en la estación sísmica ubicada en la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria, y tuvo una réplica leve a las 20:24 horas.
El epicentro se localizó cerca del cauce del río Humaya, y la ubicación y orientación de los dos eventos sísmicos, el de 2008 y 2025, apuntan hacia una posible alineación en dirección noroeste.
Aunque los sismos moderados no son extraños en el Datemex del País, donde se encuentran las placas tectónicas de Norteamérica y del Pacífico, en Sinaloa no se presentaban de esta magnitud desde hace más de una década.
“El patrón de estos dos eventos sugiere la existencia de una falla activa en esta parte de la ciudad, lo cual es relevante para el análisis de riesgos sísmicos en la región”, puntualizó Torres Carrillo.
La investigadora destacó que si bien el sismo se enmarca dentro de la actividad tectónica normal del Datemex del País, donde la apertura del Golfo de California genera una dinámica constante, la recurrencia del fenómeno en esta zona urbana requiere atención.
En ese sentido, recomendó incrementar el monitoreo de la actividad sísmica en la ciudad mediante la instalación de más estaciones sísmicas que permitan registrar los micromovimientos y caracterizar mejor el comportamiento tectónico de la zona.