La mañana del lunes 30 de junio, al tiempo que Sinaloa daba la mala nota nacional por el hallazgo de 16 cuerpos en una vagoneta y cuatro decapitados y colgados en un puente al norte de Culiacán, en un restaurante del Centro de la ciudad ocurría algo mucho menos mediático, pero acaso más importante y poderoso: un grupo de empresarios medianos y pequeños, a través del liderazgo de su Patronato, anunciaba el relanzamiento del Barrio Mágico “Paseo del Ángel”.
El “Paseo del Ángel” es como se le conoce a las tres cuadras de la calle General Ángel Flores que se ubican desde la Catedral hasta la avenida Aquiles Serdán. En ese tramo se ubican más de 20 comercios que van desde restaurantes, cafés, tiendas, escuelas, estacionamientos y hasta una fábrica de sake. Ahí está también Noroeste, nuestro medio, desde hace casi 52 años.
El relanzamiento será el próximo 4 de julio con un programa cultural y musical, pero sobre todo implica que el Paseo se vuelve peatonal de jueves a sábado a partir de las 6 de la tarde, lo que implica que todos los negocios puedan apropiarse la calle y banquetas con sillas y mesas. Los detalles puede leerlos aquí.
Relanzamiento del Paseo del Ángel este viernes 4 de julio
En un contexto de paz este sería un anuncio comercial y urbanístico más, pero dada la explosión de violencias y la crisis económica que vivimos en Culiacán desde el pasado 9 de septiembre, el anuncio es, por decir lo menos, anticlimático. Así lo sintió con todo derecho uno de los reporteros que acudió a la rueda de prensa del lanzamiento y que preguntó por las medidas o “garantías” de seguridad que se implementarían en la calle para que la gente se atreva a acudir, comer y tomarse una cerveza a pie de calle.
Garantías que, por supuesto, son imposibles de prometer, pero desde el Patronato y los locatarios que integramos la calle trabajamos en la búsqueda de una manera efectiva de organizarnos entre nosotros y articularnos con las autoridades municipales y estatales para hacer del Paseo del Ángel un espacio atractivo y seguro para vecinos, peatones, comensales y automovilistas.
Soy un convencido de que la debilidad institucional de Sinaloa (policías insuficientes y una Fiscalía desacreditada) para hacerle frente a las consecuencias de la disputa actual entre facciones criminales sigue y seguirá ahí por mucho tiempo, pues tampoco hay voluntad política para empezar a reducirla. De modo que buena parte de la respuesta eficaz que necesitamos deberá surgir de los ciudadanos organizados.
Tampoco creo que tengamos ahora los reflejos ciudadanos para convocar a un gran pacto para transformar a Sinaloa en el largo plazo; más bien creo que podemos aspirar a construir iniciativas pequeñas y de territorio con enfoque hiperlocal, como es el caso de hacer del Paseo del Ángel un corredor gastronómico y de entretenimiento exitoso y concurrido.
Tal vez acumular pequeñas victorias ahora nos permita soñar después con cosas más grandes. Sí, también tengo miedo a veces y también estoy cansado tras tantos días difíciles, pero elijo pensar que si no podemos aspirar a recuperar Sinaloa, o Culiacán, o las prisiones, o el área rural de Elota o Concordia, bien podríamos tener la osadía de empezar por recuperar una calle, una sola, para nosotros. Nada más, pero nada menos.
P.D. Los esperamos el viernes, habrá mariscos en el Yameto.