Atajar ya la amenaza a Óscar Loza
DDHH en Sinaloa: desidias letales
OBSERVATORIO
06/08/2025 04:02
Los sinaloenses tenemos igual compromiso de proteger a Loza Ochoa en corresponsabilidad con el escudo que ha sido él para todos los sectores de la sociedad.
A Óscar Loza Ochoa, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, deberá protegerlo en todos los flancos de peligro el gobierno que encabeza Rubén Rocha Moya en Sinaloa, para evitar que corra igual suerte que Norma Corona Sapiens, Jesús Michel Jacobo, Sandra Luz Hernández y Jorge Aguirre Meza. Quien sea que haya amenazado al luchador social, tiene que ser identificado y detenido antes de que perpetre el ataque.
Loza es referente vivo del gran movimiento regional por la prevalencia de las garantías constitucionales encima de actores y factores criminales que postulan la ley de la jungla. Sin duda, entrega la vida entera a salvaguardar las integridades de los más vulnerables sin que busque a cambio beneficios políticos o privilegios de poder. Es el ícono nuestro de la mano fuerte que detiene la bota de la prepotencia que intenta aplastar a los sinaloenses sin justicia ni voz.
Cuando el reciente 1 de agosto denunció las amenazas y hostigamientos en su contra, el presidente de la CEDH debió referirse a algo muy grave, pues se trata de un soldado del valiente ejército cívico al que nada lo arredra. Lleva más de medio siglo recorriendo colonias, comunidades rurales, prisiones, territorios indígenas, plantaciones agrícolas y campos de guerra, entre el fuego cruzado, y nunca hizo mención de los riesgos que lo acechaban.
“He recibido una amenaza a mi integridad física y moral el pasado día martes 15 de julio y no pienso ignorarla como si no pasara nada. Hay un entorno de violencia muy preocupante en la ciudad de Culiacán, a la que hay que sumar la campaña que pretende tocar prestigio y presencia social de mí persona. No me cruzaré de brazos. He soportado de manera estoica semanas interminables de calificativos y de un discurso de odio que está creando las condiciones para agresiones de alto calado”, escribió en su artículo titulado “Una necesaria denuncia”.
El profe Loza tampoco había acudido ante el sistema de procuración de justicia a denunciar amenazas en su contra. Centenas de veces acusó ante el Ministerio Público los abusos y ultrajes a los demás, a los más débiles que enfrentan la saña de los poderes formales y los fácticos, consciente el defensor de derechos humanos de que al menos una esquirla habría de alcanzarlo al meterse a los campos de batalla en amparo de los débiles.
El Gobierno de Rubén Rocha, y el de la Presidenta Claudia Sheinbaum, así como los fiscales Alejandro Hertz Manero, nacional, y Claudia Zulema Sánchez Kondo, estatal, han sido enterados de la circunstancia de peligro en que se halla el tenaz exponente del ombudsman sinaloense. Al tener conocimiento de las amenazas recibidas, lo menos que se espera es la desestimación de los hechos que derive en el envalentonamiento de los agresores sustentado en la premisa de la impunidad.
Los crímenes que privaron de la vida a Jesús Michel Jacobo en 1987, Norma Corona Sapiens en 1990, Jorge Aguirre Meza en 1999 y Sandra Luz Hernández en 2014, tuvieron la posibilidad de ser evitados si el Estado hubiera atendido los indicios que apuntaban a la consumación de los atentados. Caídos todos en la misión de amparar a grupos vulnerables de Sinaloa, las autoridades incurrieron en negligencias que le dieron el último jalón al gatillo de los asesinos.
Los sinaloenses tenemos igual compromiso de proteger a Loza Ochoa en corresponsabilidad con el escudo que ha sido él para todos los sectores de la sociedad. La lucha al lado de las familias de las víctimas de desapariciones forzadas, los desplazados de sus comunidades por la violencia, las etnias convertidas en parias de la tierra que les pertenece, las mujeres y niños atacados irracionalmente, son ahora algunas de las motivaciones para defenderlo.
Entonces, uno imaginaría la activación efectiva de los mecanismos de protección hasta impedir que la amenaza a Loza Ochoa sea concretada, sumándole a la barbarie hoy enquistada en Sinaloa. Ojalá que así sea la respuesta de instituciones de defensa y quienes las dirigen, frente a las sobradas evidencias de que cuando el crimen expele intimidación es capaz de llevarla a consecuencias terribles.
Reverso
En esto, Gobernador, la cosa,
Es que la delincuencial perfidia,
Coloca en peligro a Loza,
Gracias a la oficial desidia.
Salvar a desaparecidos
De las mil 829 personas privadas de la libertad en Sinaloa desde el 9 de septiembre de 2024 al 4 de agosto de 2025 ¿cuántas han retornado ilesas al lado de sus familias y qué posibilidades hay de que un importante número de ellas estén retenidas con vida en los cuarteles de guerra del narcotráfico y puedan ser rescatadas por la fuerza pública? El planteamiento es a propósito del exitoso operativo carretero que realiza la Guardia Nacional para abatir el despojo de vehículos mediante el uso de violencia, y plantear la apremiante necesidad de una acción específica del Ejército, Marina y Policía Estatal Preventiva para ubicar y liberar a los que se hallan secuestrados, en su mayoría jóvenes, con fines de incorporarlos a las filas de los sicarios.