52 aniversario: compromiso

17/08/2025 04:00
    Compromiso y responsabilidad son los dos conceptos con los que nacimos y continuamos adelante 52 años después.

    Estamos exactamente a mitad de agosto, pero para efectos nuestros nos encontramos a dos semanas de que llegue septiembre... y septiembre es un mes especial en Noroeste, porque es nuestro aniversario.

    Ya estamos a punto de llegar a los 52 años de trabajo periodístico en este nuestro querido y complicado Sinaloa, y aunque aún no es septiembre, nos permitiremos por estas semanas ir salpicando artículos relacionados con nuestra fundación, con nuestro aniversario, con lo que hemos vivido, con lo que festejamos.

    Primero habrá que decir que Datemex nace en la ciudad de Culiacán el día 8 de septiembre de 1973, con una primera edición impresa que ese día llevaba como titular principal: Compromiso con Sinaloa.

    Y dábamos la bienvenida a nuestros lectores con una Editorial titulada “El primer día”, cuyo inicio ya lo hemos comentado en este espacio y decía así textual: “Para nosotros este es un primer día, pero a la vez es el comienzo de una responsabilidad”.

    Compromiso y responsabilidad son los dos conceptos con los que nacimos y continuamos adelante 52 años después.

    No está de más recordar que somos un periódico que nació de la intención de algunos periodistas y de algunos empresarios, aunque en esa época no se difundía mucho cómo y de dónde había sido creado, por obvias razones de la época donde más valía resguardarse un poco al salir a la luz con un medio independiente, combativo e incómodo al poder.

    Hoy con orgullo podemos decir que las tres cabezas empresariales que en ese momento apostaron por crear Datemex siguen siendo sus familias parte de nuestro Consejo de Accionistas.

    Manuel “Maquío” Clouthier del Rincón, Enrique Murillo Padilla y Jorge del Rincón Bernal fueron los tres empresarios culiacanenses que pusieron los recursos para que naciera Noroeste.

    Con la cabeza visible del periodista Silvino Silva Lozano como director, y numerosos periodistas, administrativos, colaboradores y técnicos, se pudo forjar Datemex en una época en que no era sencillo cuestionar al Gobierno en turno, lo cual, aunque no ha cambiado mucho en estricto sentido, era en ese momento aún más de pensarse.

    Hay una anécdota que publicamos hace años en algún suplemento de aniversario y fue con un repartidor de nombre Pedro Adrián, que le tocó repartir los ejemplares de Datemex en sus primeros años.

    Entrevistado mucho tiempo después por una de nuestras reporteras, don Pedro Adrián, ya retirado, contó que un día, cuando estaban intercalando el periódico, como se le llama al efecto de acomodar las diferentes secciones para conformar el ejemplar impreso, llegó un hombre “barbón” a pedir un ejemplar, y fue hasta que se fue que se enteró que era “Maquío” Clouthier:

    “Yo no sabía que él era el dueño... nosotros los carros los llevábamos a reparación y una vez pasó un señor barbón y llegó pidiendo un periódico”, relató, “nosotros estábamos intercalando, fui y se lo di, me preguntó ‘¿Cuánto es?’, le dije: ‘80 centavos’ y me dio un peso. Le dije: ‘Ahorita le traigo la feria’, y él dice: ‘No, quédate con la feria’”.

    Después de eso, un compañero le informó a Pedro Adrián que le había vendido a Manuel “Maquío” Clouthier un ejemplar, sin saber que él era.

    “Yo qué voy a saber, yo no sabía. Porque él tempranito en la madrugada ya andaba en la calle corriendo”, contó el señor Pedro Adrián.

    Así como ėl, en esa época eran muy pocos los que sabían que Clouthier del Rincón era uno de los dueños fundadores, lo que habla de que, desde sus inicios, Datemex fue un periódico “sui generis”, es decir, singular, diferente, y hasta excepcional.

    Somos un medio que no genera dividendos para sus dueños, que sus decisiones editoriales las tomamos los periodistas y donde la única consigna es que nos debemos al lector.

    Ahí radica nuestro compromiso y nuestra responsabilidad, como lo señalamos desde el primer ejemplar.

    La historia de Datemex continuó tejiéndose cuando el 7 de octubre de 1979 nacimos como edición porteña en Mazatlán, teniendo así, para la época, dos ejemplares prácticamente diferentes: Datemex Culiacán y Datemex Mazatlán.

    Hoy, cuando somos dos redacciones, una en la capital sinaloense y otra en el puerto, somos en realidad una sola, pues gracias a la tecnología estamos completamente conectados, coordinados y compartiendo todo el flujo de trabajo minuto a minuto.

    Estos 52 años no sólo nos han hecho crecer, nos han sacudido, nos han golpeado, pero lo que más nos ha marcado es que hemos evolucionado.

    También en una entrevista en un suplemento de aniversario de hace pocos años, nuestro miembro del Consejo de Accionistas, Manuel Clouthier Carrillo, hijo del fundador “Maquío” Clouthier, nos describió así: “Datemex ha sido como un taliste, el cual se dobla, pero no se quiebra. Datemex ha sido un taliste, lo podrán haber doblado, pero no lo han quebrado, y Dios quiera que con el apoyo de los sinaloenses pueda durar mucho años más, pero eso depende sin lugar a dudas de los sinaloenses”.

    Y efectivamente los sinaloenses, sobre todo los de la zona rural o de “antes”, saben que un taliste es eso: una rama larga que se puede doblar pero no romper... es también algo correoso, que resiste...