La lluvia es un arpa
en el espejo del cielo
donde el tiempo se mira
y llora sus recuerdos.
Con gotas continuos
y lenguaje lleno de fisuras
cae con palabras arabescas
Como cabellera en la tierra.
Es la piel de la nube
la que suda su tristeza,
es el cielo que gime el pasado
y con el trueno rompe los ayeres
para dejar paso a lo nuevo.
Los muros parpadean asombrados
con los relámpagos que encienden
los misterios de la naturaleza.
La sombra de una palmera
bailarina de danzón,
se proyecta sobre la fachada.
La fuente deja de ser la estrella,
el tintineo de los espanta espíritus
atraviesan los espacios como en fuga.
Es la lluvia una canción de verano
que suena siempre monótona.