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Columna

Chocoaventura de mi cumple 69

04/08/2025 19:12

    (Primer episodio)

    El agua fresca caía sobre mi nuca despertando a todas las neuronas dormidas, arrastrando en su corriente toda la negatividad y volviéndose gozo al chapalear en mis pies.

    La toalla cubrió la piel, la crema hidrató al cuerpo que luego lo vestí con un caftán con estampado de la sakura japonesa. Fiel al “primero muerta que sencilla”, me colgué hasta la piedra del molcajete, calcé mis pies, mis cabellos se moldearon con el cepillo redondo y la secadora para fijarse luego con un suave spray que le diera brillo; el perfume Red Door en el tocador estaba ya desesperado por impregnarse en mis poros. Maquillé suavemente mi rostro y rematé dandole color a mis labios.

    Salí de mi recámara, bajé las escaleras despacio.

    Altiva y derrochando garbo le dije a mi esposo: “Nos vamos, la Doctora me espera”.

    A las 9:30 de la mañana aguardaba en el consultorio que la recepcionista me nombrara. Una zozobra rondaba todo mi ser, tenía miedo a que confirmara lo que yo estaba sospechando. “Tranquilízate”, pensé, cuando la joven exclamó: “Disculpen: los pacientes de la Doctora no podrán ser atendidos esta mañana; serán reprogramados porque tuvo una emergencia”.

    Un silencio se hizo presente, los demás pacientes se levantaron y empezaron a retirarse.

    Yo permanecí sentada y en eso dice la chica: “Ya se acomodó su cita para hoy a las 4:30 de la tarde le toca a usted”.

    Traté de sacudirme los malos pensamientos, porque mi memoria me ha jugado malas pasadas últimamente y no quería estar pesimista justo en mi cumpleaños. Me incorporé y salí. Regresaré a la hora indicada, expresé.