Seguramente las arengas del llamando Grito de Independencia lanzadas al aire por la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, así como las de los gobernadores y los alcaldes, en su parte de ¡Viva la Independencia! Es una exclamación vacía para el pueblo en general y acentuadamente para no pocas zonas de la región amenazadas por los diversos tipos de embestidas de la delincuencia organizada, bien sea por ataques a balazos, levantones, extorsiones y un largo etcétera de hechos que ponen en duda la presumida libertad, base de la independencia, por los titulares de los poderes ejecutivos en todos sus niveles.
Pero más allá de esta triste realidad convulsa para los ciudadanos de a pie, los que perdimos la libertad de gozar a plenitud nuestras ciudades y pueblos, vale decir que la ceremonia cúspide en la que se celebra el inicio de la lucha independentista, fue notable la intervención de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, con una proclama alejada del autohalago a su movimiento político, tal cual corresponde a un gobernante que entiende que los es para todos y no solamente para sus seguidores.
Llamó la atención que en el recuento de las figuras de los insurgentes, además de las multicitadas Leona Vicario y Josefa Ortiz de Domínguez, ahora nombradas por su nombre de soltera, Josefa Ortiz Téllez Girón, agregó las figuras de Gertrudis Bocanegra y Manuela Molina, alias La Capitana, personajes desconocidos para la mayoría de todos nosotros, incluyendo el nombre de soltera de la también motejada como La Corregidora. Todas ellas, dijeran ahora, fueron mujeres que facturaban.
Claro, hubo otras féminas insurgentes, como Altagracia Mercado y María Ignacia Rodríguez, conocida como La Güera Rodríguez, todas ellas, sembradoras también de la inquietud del actual empoderamiento de las mujeres.
Antes de referirme a las agregadas en el grito de Claudia, como curiosidad, cito que el nombre completo de doña Leona Vicario, era María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador.
Bien, la señora Gertrudis Bocanegra, bautizada como María Gertrudis Teodora Bocanegra Lazo Mendoza, nació en Pátzcuaro, Michoacán. Hija de españoles de clase media y casó con un militar de las fuerzas de la corona española. Se dice que Gertrudis era una mujer académica, pese a las limitaciones educativas que se les imponían a las féminas de aquellos tiempos, circunstancia que la hizo simpatizar con el movimiento independentista y participante en el mismo, sirviendo como correo entre los dirigentes de la región, actividad que le costó la vida cuando fue descubierta.
Por su parte, María Manuela Molina, originaria de Taxco, citada por la Presidenta como María Molina y conocida entre los suyos como La Capitana, en virtud de que era una mujer de armas tomar y con ese carácter, participó en el campo de batalla del movimiento insurgente, determinación que le costó la vida a la edad de 42 años.
Citar los nombres de estas dos valientes mujeres en las proclamas de la Presidenta Claudia Sheinbaum en el recordatorio del Grito de Independencia, sin duda, fue un acierto y un acto de justicia para todas aquellas heroínas que nos dieron patria; sembradoras de las semillas que germinaron los derechos constitucionales de las mujeres, lo cual, hoy se ve reflejado en la igualdad que les asiste.
Sí, sin duda alguna ¡Que vivan las heroínas anónimas que nos dieron patria! ¡Buen día!