Expo Agro Sinaloa: el campo grita
Por los suelos el cultivo de la tierra

OBSERVATORIO
14/02/2025 04:02
    En el surco germina la esperanza, no obstante las amenazas de la violencia, sequía, políticas públicas erróneas y demás desventajas competitivas.

    A la certeza ya refrendada por 32 ediciones en igual número de años donde la Expo Agro Sinaloa revalida el orgullo del campo tenaz que provee alimentos a México y el mundo, se le agrega en la versión 2025 el plus de demostrar que la labranza de la tierra sobrevive triunfal a pesar de varias crisis, y la moraleja que incita al resto de los sectores de la economía a alzarse también por encima de las adversidades. En el surco germina la esperanza, no obstante las amenazas de la violencia, sequía, políticas públicas erróneas y demás desventajas competitivas.

    La muestra agrícola que desde el 12 de febrero inició y concluye hoy en las instalaciones de la Fundación Produce en Aguaruto, Culiacán, es como los maizales que se yerguen majestuosos sobre la maleza y fauna malignas, llamando a no permitir que los infortunios dobleguen a la planta productiva. Léase con fines de optimismo la lección que el tesón escribe con letras verdes: la agricultura no deja de luchar.

    Esta vez se trata de arar en las 28 hectáreas sobre las cuales se fincan 3 mil 960 metros cuadrados de exposición con las expectativas de recibir a 40 mil visitantes, concretar alrededor de 700 citas de negocios y exhibir los avances tecnológicos y científicos que modernizan la agricultura. Representa fundamentalmente el ejemplo de cómo un pueblo logra levantarse de estiajes, barbarie, desamparos y menoscabos económicos para hacer alarde del campo como razón de ser y origen de todo.

    El contexto resulta delicado por el abandono en que estuvo el agro durante los seis años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el déficit de agua para riego que reduce la superficie a sembrar, y la importación de granos en lugar de dar condiciones adecuadas para que sean producidos en México. Y si bien es cierto que en medio de este panorama sombrío brota la esperanza de un Secretario de Agricultura sinaloense, que es Julio Berdegué Sacristán, igual es verdad que la confianza dejó de ser un cheque que se firma en blanco.

    Dejar de cultivar 180 mil hectáreas en el ciclo otoño-invierno en curso y la posibilidad de que en el primavera-verano la superficie se reduzca a cero; la inexistencia de precios a futuro para maíz y trigo que garanticen siquiera recuperar los costos de producción, y el dislate de la Secretaría de Economía al retirar la prohibición de importar maíz transgénico, son los otros golpes asestados al campo sinaloense de por sí apaleado.

    Sin embargo, en los dos primeros dos días de funcionamiento la Expo Agro se reitera como el referente a seguir en la situación actual de males que llegan juntos, agregados a enfrentamientos entre grupos del crimen organizado que inducen terror e incertidumbre a todos los quehaceres legítimos de la población. Es que en cuanto los sinaloenses vencen la intimidación y el encierro, la delincuencia reincide en mayor capacidad de derrumbar el optimismo y retrasar la recuperación de confianza. Y el Gobierno, con otro tipo de agresiones o desatenciones, se las pone más difícil a los labriegos.

    Aun así, la Expo Agro sintetiza el grito silencioso que viene de casi 600 mil personas cuya única posibilidad de sustento es la tierra, y está por los suelos. Es el rasgar de los arados sobre 2.8 millones de hectáreas con vocación productiva donde el olvido y la desesperación contrastan con la satisfacción de quienes reciben en sus mesas los bienes que da el campo. Es la batalla que se libra en dos frentes: uno la labor en la superficie de siembra y otro las marchas, plantones y toma de oficinas y bloqueos de carreteras exigiendo condiciones para coadyuvar a la soberanía alimentaria.

    Sería también la contribución del campo a la construcción de paz partiendo de la estabilidad que procede de sociedades con acceso a alimentación pertinente y suficiente. Inclusive la Organización de las Naciones Unidas postula que el camino hacia la paz empieza por la alimentación, pues hace posible que la gente permanezca en sus zonas de origen, se reducen los conflictos entre comunidades y posee los factores cohesionador y de esperanza.

    Entonces permitamos que el potencial de Sinaloa en la generación de alimentos predomine encima de narrativas que nos marcan como sociedad neandertal. Que la ola criminal que nos baña no pueda modificarnos el talante de forjadores de progreso que de sol a sol le apostamos a la cultura del esfuerzo legítimo, del cual apenas presumimos una pequeña en la Expo Agro 2025.

    Algo así como salvar al campo para poder salvarnos todos.

    Reverso

    Este Sinaloa en guerra,

    No es el semblante de verdad,

    Del emporio en cuya tierra,

    Siempre brota la civilidad.

    Y sigue Mazatlán

    Pronto le corresponderá al Carnaval de Mazatlán resurgir de entre el panorama desolador que ha puesto a Sinaloa durante más de cinco meses en las portadas de medios locales, nacionales e internacionales a través de la nota roja. El turismo, que aporta el 7 por ciento de la economía estatal, que en 2024 dejó una derrama de 33 mil millones de pesos, tendrá su momento estelar del 27 de febrero al 14 de marzo con la fiesta de los mazatlecos que sea capaz de lograr que los visitantes regresen a palpar la seguridad y hospitalidad de la Perla del Pacífico.