‘El Mayo’ y las lecciones para México

30/08/2025 04:02
    Si “El Mayo” dio o va a dar nombres de personajes encumbrados en la política, la empresa, la policía, las Fuerzas Armadas e, incluso, de la farándula, la Casa Blanca va a utilizarlos en los momentos que más le convenga. Ya sea en las negociaciones arancelarias y del Tratado Comercial y/o en las coyunturas políticas claves tanto de Estados Unidos como de México.

    Por lo pronto, “El Mayo” sólo dijo lo que ya todo mundo sabía. Se declaró culpable de los delitos que le imputan pero no dio detalles de nada, al menos públicamente, como muchos deseaban o creían. Las opiniones de periodistas, analistas y ex policías especializados en temas del crimen organizado, tanto en Estados Unidos como en México, se dividen cuando conjeturan que el legendario capo sí dio información en secreto y otros que no la dio. Si en enero del próximo año la sentencia no supera los 10 años es muy probable que esa pena tan reducida, la cual se podría acortar a cinco por buena conducta, haya sido negociada a cambio de información, aunque el abogado del jefe narco lo niega.

    Cuando nos referimos a información estamos hablando de nombres, sobre todo de políticos, militares, policías y empresarios que hayan hecho enjuagues con Ismael Zambada, porque hay otro tipo de información, la económica, que el capo sí aceptó dar. Y de esta se pueden derivar muchos apellidos porque es imposible pensar que las empresas, cuentas, bienes inmuebles y otro tipo de propiedades estén a nombre del hijo de El Álamo. Algunas estarán a nombre de su esposa y otros familiares, pero muchas otras estarán registradas por prestanombres o socios. En este último caso podrán saltar muchos nombres de empresarios y políticos.

    El Juez Cogan estableció que la riqueza acumulada por “El Mayo”, la cual es reclamada por el Gobierno de Estados Unidos, llega a la fabulosa cifra de 15 mil millones de dólares, de ser cierta habría convertido al capo en el tercer o cuarto hombre más rico de México. Zambada no negó la cifra, pero resulta difícil de creer que tal riqueza sea real. Verdadera o no, también el Gobierno de México la reclamará, aunque seguramente con poca fortuna.

    Si “El Mayo” dio o va a dar nombres de personajes encumbrados en la política, la empresa, la policía, las Fuerzas Armadas e, incluso, de la farándula, la Casa Blanca va a utilizarlos en los momentos que más le convenga. Ya sea en las negociaciones arancelarias y del Tratado Comercial y/o en las coyunturas políticas claves tanto de Estados Unidos como de México.

    Trump los utilizará políticamente para fortalecer su imagen, sobre todo en momentos en que decaiga su popularidad, cuando electoralmente las necesite o para alinear a México en conflictos internacionales, como es evidente que sucede en el caso de la invasión israelí en Gaza. O también si decide apoyar electoralmente a opositores de Morena.

    Con “El Mayo”, Ovidio, Joaquín Guzmán y 59 capos más en sus manos, el Gobierno de Estados Unidos cuenta con arsenal de información política de tal magnitud que puede obligar a México a, prácticamente, hacer lo que quiera. Pero mucho depende de lo que quieran declarar los jefes narcos ante los jueces y otras autoridades del Tío Sam, porque querrán preservar lo que puedan de sus negocios para sus descendientes.

    Sólo siendo muy ingenuo se puede pensar que con los capos en las cárceles de los vecinos del Norte, y llegando a su fin la guerra narca que azota a Sinaloa, se va a terminar con el tráfico de drogas. Eso no lo cree la DEA ni García Harfuch, ni Trump ni Claudia Sheinbaum. Mientras haya mercado en Estados Unidos y el resto del mundo, el cual es gigantesco y creciente, habrá narcotraficantes Tan es así que todos los países del mundo han fracasado en su combate, sobre todo los más ricos, porque su consumo tiene que ver con múltiples factores de toda índole, incluyendo los psicoculturales, sobre todo en la Unión Americana, donde hay una larga tradición cultural para su consumo incluso anterior al hipismo de los años 60 y 70 que potenció la adicción a las drogas.

    No obstante, lo que sí debe hacerse es que los gobiernos en países como el nuestro con un débil respeto a la legalidad y una institucionalidad muy frágil, deben convencerse que no pueden convivir más con las organizaciones del crimen organizado porque éstas terminan sometiendo tanto al Estado como a la sociedad, a un grado tal que la vida cotidiana es un padecimiento que gangrena desde la productividad hasta la paz interior de las personas.

    Pero no todo depende de lo que hagan los gobiernos, la ciudadanía también tiene que hacer lo suyo. Y esta tiene que ser una de las grandes lecciones para Sinaloa, y de aquí para el resto de México. Aquí se toleró, incluso se admiró al narco hasta el grado de convertirse en el máximo poder de la sociedad regional. Culturalmente se les legitimó. Permitimos que llegaran hasta las universidades, a centenas de empresas legales, a partidos políticos y gobiernos.

    La sociedad tiene que resistir culturalmente a su influencia y exijamos que el Estado y los diferentes niveles de Gobierno hagan lo suyo. Ciertamente, la presión de Trump ha influido para que en Palacio Nacional se haya decidido enfrentar con más decisión al crimen organizado, pero lo hace porque a él le conviene políticamente, porque así somete a México a sus necesidades geoestratégicas. En Estados Unidos no ha podido detener el consumo y tráfico de drogas en su territorio ni podrá, pero el crimen organizado no ha sujetado al Estado. Sin embargo, en México se tendrá que hacer un esfuerzo gigantesco, patriótico, para que el crimen organizado no influya más en las instituciones públicas ni propague más su cultura. De no hacerlo, no tan sólo el Estado será más débil sino la Nación también.

    Posdata

    El “Tío Richi” dice que podría postularse en 2030 como candidato a Palacio Nacional. Sería divertido verlo hacer el ridículo.