De las ballenas del Pacífico a los cachalotes del Golfo de México

Atarraya
07/06/2025 04:02
    Hagan votos por el océano y, además de conmemorar su belleza e importancia vital, tomemos cartas en el asunto y actuemos para protegerlo.

    El 8 de junio conmemoramos a los océanos. Un día para recordar lo importantes que son para el planeta y para la vida humana, celebrar su biodiversidad y hacer un recuento de las amenazas que ponen en riesgo su salud.

    En este texto también les propongo una forma de cuidarlo haciendo un compromiso con él. Yo renové mis votos con el océano este año y les quiero contar.

    Muchas personas tenemos un vínculo con el océano. Yo llevo siete años protegiéndolo conscientemente, luchando con un grupo de gente maravillosa en México y el mundo para que sean más saludables y la vida marina florezca.

    Pero no fue hasta hace poco que mi conexión con el mar quedó sellada para siempre. El pasado 6 de marzo realicé un viaje con mi hija para ver a la imponente ballena gris en la Laguna de San Ignacio, Baja California Sur, y observar de cerca a las madres con sus crías.

    Volamos a La Paz, conduje por ocho horas hasta llegar a San Ignacio y, al día siguiente, muy temprano, manejamos al campamento. Hicimos tres salidas, dos de ellas en nuestro segundo día.

    No hay palabras para describir la belleza de estar en un lugar protegido, que da empleos a las comunidades, y observar a decenas de ballenas nadando, y asomándose, porque son animales muy curiosos.

    Pero hubo un momento que robó mi corazón. Estábamos en la lancha y mi hija sacó la mano para tocar el mar. De pronto, una mamá ballena empujó a su cría hacia nosotras. Mi corazón se llenó al ver a mi hija tan cerca de la cría, mirar a la mamá ballena y reflejarme en ella también como madre. Ahí estábamos, cuatro seres vivos teniendo una conexión inigualable: la mamá ballena y yo luchando por proteger a nuestras crías; mi hija -quien está estudiando Veterinaria- y yo luchando por un mundo mejor para los seres más allá de los humanos que lo habitan. El momento fue mágico, duró un instante, pero perdurará por toda mi vida.

    Lloré muchísimo, pero también me llené de energía. Renové mis votos con el océano y mi compromiso con todas las criaturas que habitan el mar. Le prometí a esa mamá ballena que haría todo para que pudiera regresar y encontrar en las aguas mexicanas su refugio.

    Afortunadamente, la mayoría de mis amigas y amigos dan batallas enormes para que eso suceda en el Pacífico mexicano, hogar de estas hermosas ballenas. En Oceana decidimos dar la batalla por un mar maravilloso que está menos atendido, pero que también tiene cetáceos, uno de ellos muy enigmático y difícil de avistar: el cachalote. Este año lanzamos una campaña para proteger el Golfo de México, hogar de más de 15 mil especies marinas y sustento de más de 90 mil familias de pescadores y pescadoras.

    Y aquí es donde les pido su ayuda: hagan votos por el océano y, además de conmemorar su belleza e importancia vital, tomemos cartas en el asunto y actuemos para protegerlo.

    Desde Oceana hemos hecho un llamado a la acción para salvaguardar las aguas profundas del Golfo de México del extractivismo que mata la vida del mar. Lanzamos la campaña “El Golfo de México nos une”, con la que esperamos sumar las voces de las y los mexicanos que quieran proteger nuestro Golfo de México y cuidar su vocación como dador y protector de vida.

    Únete a la acción, firma nuestra petición en: mx.oceana.org/elgolfonosune

    La autora es Renata Terrazas, directora Ejecutiva de Oceana en México.