El 6 de mayo de 1975, el Congreso del Estado de Sinaloa aprobó la iniciativa para crear la Dirección de Investigación y Fomento de Cultura Regional, conocida por sus siglas como Difocur, mediante el Decreto Número 55, publicado el 7 del mismo mes en el Periódico Oficial.
Esta propuesta surgió del Gobernador Alfonso G. Calderón Velarde, y su hija Sandra Calderón Barraza fue la primera directora de la naciente institución cultural de Sinaloa. Difocur nació sin edificio propio y hubo que albergarlo en las instalaciones del DIF estatal, posteriormente se asentó en la parte posterior del Parque Revolución y, finalmente, contó con oficinas y espacios propios casi al finalizar 1980.
Lógicamente, tampoco contaba con espacios para la difusión y promoción de las artes, por lo que utilizaba los teatros del IMSS ubicados en las principales ciudades del estado: Los Mochis, Culiacán y Mazatlán, al igual que las plazas de las cabeceras municipales, escuelas, atrios de iglesias, el auditorio del PRI, la concha acústica del Centro Cívico Constitución y el auditorio de la AARC, en la capital del estado.
Cuando inició la construcción de sus instalaciones, se afirmó: “El proyecto más ambicioso concebido hasta ahora en materia de centros culturales, diseñado en forma modernista y funcional, el más completo de la República Mexicana. El Centro Cultural Difocur-Fonapas contará con dos teatros: uno profesional con mil 100 butacas, y otro experimental con 300 butacas, cine club, área académica, área administrativa, librería, galería para exposiciones permanentes y temporales, tienda de artesanías, cafetería, bodega y un amplio estacionamiento. Tendrá una inversión de 164 millones de pesos”.
Finalmente, tuvo una inversión de 180 millones de pesos y se construyeron las instalaciones en tres etapas: 1978, 1979 y se inauguró el 7 de diciembre de 1980.
¿Difundo la cultura?